Seis claves del uso del Big Data en el sector turístico

El turismo representa una cifra importante del PIB de nuestro país con lo que disponer de herramientas de análisis de datos y tener conocimiento, suponen en primera instancia valores añadidos para los profesionales del sector turístico, que al fin y al cabo se mueven en un sector en el que es necesario aportar valor para mejorar la experiencia del usuario.

Como concepto, el Big data hace referencia las combinaciones de datos, y el conjunto que no se pueden obtener a través de mecanismos convencionales. Enfocado al sector turístico donde los datos son de enorme magnitud, se nos presentan multitud de oportunidades de negocio.

El Big Data en turismo, se puede entender si visualizamos un estudio llevado a cabo por Google España, en la que se señala que más del 75 por ciento de las búsquedas de viajes ( por profesionales o no) se realizan a través de la red.

Pero ¿Sabemos distinguir cuales son las ventajas reales y tangibles del Big Data en el sector turístico y cual sería la oportunidad de negocio que ofrece el Big Data al sector?

Las seis claves que representan el Big Data en el sector turístico son: Fiabilidad, representatividad, detalle de la información y capacidad de segmentación, hibridación de los datos con fuentes actuales y futuras,

nuevos flujos de información y posibilidad de nuevas oportunidades de negocio.

Fiabilidad: Los datos extraídos de Big Data se basan en acciones reales de los consumidores y no en datos obtenidos de encuestas, predicciones o proyecciones. Es por eso que los resultados obtenidos son objetivos y valoraciones que se pueden interpretar.

Representatividad: una muestra basada en datos cosechados con exactitud se incrementa considerablemente en comparación a la extraída de investigaciones más convencionales.

Detalle de la información y capacidad de segmentación: al manejar datos contrastados la información obtenida es fácilmente legible y manipulable para optimizar los resultados de la gestión turística al conocer al detalle lo que el cliente desea. Con el Big Data, las empresas pueden conocer el volumen real de los clientes, sus hábitos y sus preferencias y, en base a ello, se puede predecir, por ejemplo, el precio que más convenga para cada cliente y mejorar su experiencia.

Hibridación de los datos con otras fuentes actuales o futuras: hace referencia a la capacidad de combinación con otras fuentes, como los medios sociales o los datos públicos abiertos; tanto actuales como los que se puedan crear en un futuro. Al cruzar los datos obtenidos con otras variables se obtienen nuevas conclusiones. Por ejemplo, la posibilidad de tener no solo un registro de asistencia sino un registro de asistencia repartido por horas, lugar de origen y gasto medio.

Nuevos flujos de información: a través de tecnologías que el propio turista aporta como pueden ser el pago con tarjeta o la conexión de su dispositivo móvil, hace que se incremente el conocimiento sobre el público objetivo y permite definir sus preferencias. Además, el auge de la tecnología de los dispositivos móviles y la explosión de las aplicaciones permite valorar, puntuar y compartir opiniones, con lo que las posibilidades de obtener una muestra mucho mayor se multiplican.

Posibilidad de nuevas oportunidades de negocio : las empresas pueden contrastar sus datos internos con los resultados obtenidos a raíz de la aplicación del Big Data, cuestión que permite determinar si las ofertas se están ajustando a la demanda de los turistas y, de no ser así, tener la información necesaria para redefinirlas. De esta forma, surge la oportunidad de innovar, generar nuevas líneas de negocio y personalizar la experiencia de los turistas.

Fuente: Ostelea, Hosteltur e Instituto de ingeniería del conocimiento

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