Son muchas las acciones que se están llevando a cabo por parte de los gobiernos para intentar normalizar lo antes posible la vorágine que ha provocado la crisis sanitaria mundial vinculada a la Covid-19, pero la más representativa es sin duda la creación de la vacuna para intentar inmunizar a la mayor parte de la población mundial.
Este hecho del nacimiento de la vacuna, provoca en muchos casos el ímpetu por intentar conseguir mediante canales no oficiales ser vacunados lo antes posible, ya que dadas las circunstancias actuales y los ritmos de vacunación según el país están siendo procesados con cierta lentitud. Por no decir, lo difícil que será la llegada de la vacuna a países en vías de desarrollo.
A día de hoy son tres las empresas que han sido aprobadas y que están gestionando a nivel mundial la vacunación: Pfizer-Biontech , Moderna y Astra Zeneca, y otras dos en ensayo (Janssen y Novavax).
La distribución de las vacunas se está canalizando a través de cada gobierno, que es el encargado de definir qué vacuna adquiere, y como realizar la distribución entre la población ( prioridades por rangos de edad, persona de riesgo según patología, o actividad laboral) sin intervención por parte de terceros.
Es por esto que, si un particular pretende adquirir a través de internet cualquier marca de las vacunas que comercializan para los gobiernos con total probabilidad no llegará nunca a realizar una compra real que llegue su domicilio o será fruto de una estafa.
La ONU está advirtiendo sobre la existencia en Internet de vacunas falsas, con precios desde los ciento veinte dólares hasta más de mil y que además en el caso de ser productos reales pueden contener materiales verdaderamente nocivos para la salud.
O bien, en el caso de adquirir alguna vacuna auténtica (será robada con total probabilidad), seguramente las condiciones sanitarias requeridas como puede ser el mantenimiento de la misma a cierta temperatura no sean las idóneas.
Además de este hecho, en ocasiones el compartir los datos personales al intentar comprar estas vacunas, es un problema para el usuario y una manera efectiva y fácil de obtener datos de manera fraudulenta por parte de los ciberdelincuentes, que obtienen desde nombres completos hasta números de teléfonos, fechas de nacimiento o tarjetas de crédito con lo que suplantar la identidad del comprador les resulta verdaderamente sencillo.
La compra por internet de medicamentos falsificados viene sucediendo desde hace más de una década, pero debido a la pandemia se ha acrecentado, y es que desde el principio de la crisis del Coronavirus y debido a la escasez de bienes necesarios para subsanarla ( mascarillas, geles hidro alcohólicos, guantes….) ha consolidado esta fórmula falsificada de negocio que provoca la muerte a miles de personas cada año .