La contaminación o dicho de otra manera la polución, es aquello que se introduce en el medio ambiente y les afecta de manera negativa.
Es cierto que la naturaleza muchas veces produce sus propios contaminantes dañinos, como el humo de los volcanes, pero es el ser humano el responsable de la mayor parte de la contaminación del planeta.
Teniendo en cuenta que el mundo es un lugar muy grande podría haber algún lugar oculto dónde aún no haya llegado la contaminación.
La contaminación del aire puede llegar a manifestarse de varias maneras.
La niebla tóxica está compuesta mayormente de un gas invernadero que se forma cuando el óxido de nitrógeno y componentes volátiles orgánicos producidos por los coches y las fábricas reaccionan en la presencia de la luz del sol.
El impacto del ozono en el medio ambiente y en la salud puede ser muy severo.
El coste anual de vidas humanas por la contaminación en el aire está estimado en un millón de personas, mientras que la contaminación producida en las casas mata a cerca de dos millones de personas cada año.
Los contaminantes expulsados al aire pueden viajar enormes distancias arrastrados por los vientos y las corrientes atmosféricas.
La contaminación del aire, desafortunadamente, también afecta al agua, y por consiguiente acaba con la posibilidad de que exista agua dulce totalmente limpia en alguna parte del planeta.
El resultado de la contaminación en el agua son zonas muertas dónde no existe vida, gracias a que los nutrientes de la tierra causan un crecimiento masivo de microbios que a su vez causa una disminución del oxigeno en el agua.
Así que en base a lo aprendido es seguro decir que no hay garantía de lugares libres de contaminación en el planeta.
Fuente: BBC