El pasado año casi 54.000 usuarios de móviles a nivel mundial fueron espiados directamente por otras personas de manera secreta con sus dispositivos y según Kaspersky, y en el año que nos acontece se prevé que las cifras serán altamente superiores con respecto al año anterior.
El Stalkerware, que es como se conoce este espionaje digital y es como lo denominan los expertos en ciberseguridad, se ha comenzado a popularizar en los últimos años, llegando a ser verdaderamente preocupante, y últimamente es producto de la hiper conexión que existe entre las nuevas tecnologías y el confinamiento que padecimos durante 2020 derivado de la pandemia del Coronavirus.
Según un informe llevado a cabo por Kaspersky junto con otras compañías que se dedican a la ciberseguridad, se señala que la cantidad de usuarios afectados por Stalkerware se ha mantenido alta y detectan nuevas muestras todos los días señalando que detrás de cada número de teléfono hay una persona que está siendo espiada sin saberlo.
Estas empresas además han llevado a cabo un proyecto denominado Coalición contra el Stalkerware donde se expone ampliamente la definición, que representa este problema del Stalkerware y cómo se debe luchar contra el mismo.
El Stalkerware se define según el proyecto, como las herramientas, programas de software, aplicaciones y dispositivos que permiten que una persona pueda espiar inadvertidamente la vida privada de otra persona por medio de su dispositivo móvil. La persona responsable del abuso puede vigilar de forma remota la actividad completa del dispositivo móvil de la otra persona, incluidas las búsquedas web, la geolocalización, mensajes de texto, fotos, llamadas de voz y mucho más.
Los programas se pueden adquirir e instalar con facilidad y se ejecutan de forma oculta en segundo plano, sin que la persona afectada sea consciente o haya dado su consentimiento. Independientemente de que los programas de stalkerware puedan estar disponibles, la persona que perpetra el abuso es responsable de utilizarlo como una herramienta y, por lo tanto, de cometer un delito.
El problema de este software es que no ha sido creado puntualmente para el espionaje y el acoso, sino para el intercambio de datos entre dispositivos de manera más sencilla, como por ejemplo el uso para el control parental.
NIDB, es una base de datos de neuroimagen creada para almacenar, recuperar y analizar datos de manera automática. Los datos se guardan en su sitio, controlados por el usuario y con la posibilidad de compartirlos con otros cuando lo desee. Pero el problema es cuando estas herramientas son instaladas en otros dispositivos y quien controla y observa lo que sucede en ese móvil, tableta u ordenador es otra persona distinta a la dueña del dispositivo.
Hay varios productos de espionaje digital como iSpyoo, TheTruthSpy y Copy9 y también existen otras aplicaciones de espionaje digital que se esconden con un nombre falso con y que utilizan un acceso sospechoso a los mensajes, registros de llamadas, localización y otras actividades personales.
¿Pero cómo saber si hay alguien espiando?
Lo primero que se debe hacer es verificar los permisos en las aplicaciones instaladas, asegurarse que fueron instaladas por el dueño del dispositivo y eliminar aquellas que no se utilizan. Por otra parte se debe comprobar la configuración de las fuentes desconocidas en los dispositivos Android. Si las fuentes desconocidas están habilitadas en el dispositivo, podría ser una señal de que se instaló software no deseado de una fuente de terceros.
Aunque los expertos en ciberseguridad señalan que lo más importante es confiar en la protección de ciberseguridad utilizando servicios que en algunos casos son gratuitos, como pueden ser, TinyCheck, LastPass o Avira.
Fuente: El país