En ocasiones, y por circunstancias diversas el trabajo que desempeñamos se convierte en rutinario y eso, agota al individuo, psicológica y físicamente dependiendo de la función que desempeñe.
Ciertamente hay que tener en cuenta, que hay trabajos que dada su naturaleza nos evoca a no disponer de un halo de creatividad, pero también es cierto que, adaptarnos a la rutina sin tener una visión más amplia, es lo que nos hace ser estacionales y prescindir de la tan necesaria creatividad, más aún en la actualidad con los cambios constantes y devaneos que se están produciendo derivados de la crisis del Coronavirus.
Es por eso que, lo ideal actualmente es centrarse en la creatividad, la innovación y el desarrollo, para salir de la zona de confort que nos puede invadir, y de esa manera, lo que un día constituyó el nacimiento de una empresa emprendedora, se base ahora en factores que nos impidan quedarnos atrás.
Pero ¿Sabemos que beneficios puede aportar la creatividad a la empresa?
La creatividad nos permite evitar quedarnos atrás y estancados en una sola idea de negocio, ya que el mercado empresarial siempre esta en constante evolución y cambio.
La competitividad, nace gracias a la creatividad, porque hace que estemos en constante búsqueda para dar lo mejor de nosotros mismos, y eso también representa un factor muy positivo a corto, medio y largo plazo.
La experiencia también es fruto de la creatividad, ya que apostar por una idea y ponerla en marcha supone una vivencia muy positiva, tanto si fracasamos como si se produce un triunfo, seguramente el aprendizaje nos haya servido para saber de qué manera podemos actuar en un futuro.
En ocasiones el ritmo de trabajo establecido no nos permite progresar, ni dar a conocer el talento de los trabajadores de una empresa pero, si fomentamos la creatividad entre los mismos, el talento surgirá y a bien seguro nos deleitará con todo su esplendor.
Para fomentar la creatividad en nuestro trabajo podemos amoldarnos a algunos hábitos como intentar que las reuniones que mantenemos con los compañeros tengan un tono afable y relajado, ser dialogantes y respetuosos con la palabra de los demás, además de no penalizar el error, ya que hay personas que se sienten retraídas ante este hecho y no sienten motivación para aportar ninguna idea más, por innovadora que sea.
La creatividad es, en definitiva una pieza clave para evolucionar y es un valor en alza en la empresa. Para aprovecharse de ella no es necesaria una inversión muy elevada, pero si cierta perseverancia y colaboración por parte de todos los empleados.