Bruselas añade un nuevo color “rojo oscuro” a la escala del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) para las regiones con más de 500 casos por cada 100.000 habitantes, con lo que prácticamente toda España y una buena parte de Europa se encuentran en esta zona de alto riesgo.
Las pasadas fiestas y las nuevas cepas de coronavirus han provocado que la tercera ola haya aparecido con virulencia, es por eso que los líderes europeos han acordado endurecer las condiciones para viajar como una forma de evitar el cierre total de fronteras.
El color rojo va acompañado de nuevas recomendaciones en el marco del intento por coordinar medidas. La Comisión Europea recomienda que se evite siempre que sea posible realizar cualquier tipo de viaje que no sea considerado esencial.
Para aquellos que tengan que viajar y puedan justificar su viaje desde una zona “rojo oscuro”, Bruselas recomienda que los Estados miembros soliciten un PCR previo al desplazamiento y después una cuarentena. Este es un mecanismo que en realidad no es nuevo: de hecho ya es utilizado por algunos países como Bélgica que el pasado viernes prohibió los viajes desde y hacia el país salvo en caso de viaje esencial.
El Ejecutivo comunitario no puede prohibir ni aislar a ninguna zona a pesar de que esté señalada por la ECDC en el color de máxima alerta. Son los Estados miembros los que tienen competencias para tomar medidas.
El objetivo de este movimiento por parte de Bruselas es aumentar la atención de las capitales para que desincentiven, en la medida de lo posible, cualquier viaje e intenten tener medidas más o menos similares dependiendo de la situación epidemiológica, un esfuerzo de coordinación que la Comisión Europea lleva intentando desde la primera ola de la pandemia. El objetivo final es evitar que cada país haga la guerra por su lado y eso se traduzca en un cierre de fronteras.
Pero las peticiones de la Comisión Europea durante esta crisis sanitaria no siempre han sido escuchadas por parte de los Estados miembros que en muchas ocasiones han decidido seguir sus propias estrategias. Desde Bruselas, donde consideran que la comunicación ha mejorado, esperan que esta vez sea distinto.
Estas medidas son un intento por evitar un cierre total de fronteras que dañaría el espacio Schengen y el mercado interior.
La Comisión Europea también ha hecho referencia a las orientaciones publicadas la semana pasada por el ECDC ante la presencia de las nuevas variantes de coronavirus, por lo que ha pedido que los Estados miembros “adopten, mantengan o refuercen intervenciones no farmacéuticas, como las medidas para permanecer en los domicilios, el cierre de ciertas actividades económicas, especialmente en las zonas calificadas como rojo oscuro con el objetivo de aumentar la vigilancia y la secuenciación de los casos de covid-19 para recopilar información sobre la propagación de nuevas variantes de coronavirus más infecciosas.
Fuente: El confidencial