Sea cual sea el destino, el simple hecho de cambiar de aires y rutina tiene más beneficios para la salud de lo que creemos. Aunque cuanto más lejos esté el destino y más tiempo dure el viaje mejor.
¿Cuáles son los beneficios de viajar?
Ayuda a abrir la mente, ampliando la visión que tenemos del mundo, sobre todo si el destino es fuera del país de origen. Conocer nuevos países y culturas hace más flexibles y empáticos permite ver las necesidades de otras personas, sus costumbres y historia.
Potencian la capacidad de resolución al enfrentarse a situaciones que hacen tomar decisiones como escoger sitios prioritarios que visitar, intentar comunicarse con personas que hablan idiomas distintos y rectificar la ruta en caso de perdida.
Viajar a otros países ayuda a desmitificar y a romper estereotipos que se han formado inconscientemente; Desmontando mitos infundados. De hecho se dice que viajar cura el racismo.
Alivia el estrés porque cuando se viaja , resulta más fácil centrarse en el presente y disfrutar de todas aquellas cosas que no solemos vivir en el día a día; Y por ende rebaja los niveles de ansiedad.
Aumenta el autoestima, ayuda a tomar perspectiva de las cosas, de quién somos, de lo que queremos en la vida, de lo que necesitamos y de lo que no necesitamos. De los límites, deseos, inquietudes, de lo que nos hace feliz, de los puntos fuertes y puntos débiles. De hacia donde queremos ir, si estamos en el lugar correcto.
Alejarse de la rutina diaria y sumergirse en un nuevo mundo aumenta la felicidad, ya que se alejan las obligaciones y el tiempo va destinado únicamente al ocio y placer.
Salir de la zona de confort y de las barreras que uno mismo se establece alrededor impide muchas veces lanzarse a realizar cosas que realmente queremos y deseamos, por que el miedo paraliza;
Es por ello que viajar permite con todos los beneficios anteriormente descritos cuidar de nuestra salud mental, considerándose un tipo de terapia psicológica.
Fuente: Y psi hablamos?