Nuevos sistemas electrónicos de rodaje

Los nuevos sistemas electrónicos de rodaje permiten que los aviones se muevan en tierra con la propulsión de un motor eléctrico. Las aerolíneas usan una gran cantidad de combustible mientras están en tierra porque la principal forma de propulsión para el rodaje son los motores a reacción.

Cada vez son más las aerolíneas que optan por equipar sus aviones con sistemas de propulsión eléctrica.

Sistemas más sostenibles y económicos

Estos sistemas permiten el uso de un motor eléctrico para mover aviones en tierra. No es necesario encender los motores a reacción, como se hace actualmente durante las maniobras de rodaje, en las que el avión se mueve desde la puerta de embarque hasta la pista antes del despegue y de vuelta a la terminal después del aterrizaje.

Tanto el consumo de combustible como los niveles de ruido pueden reducirse significativamente de esta manera.

Estos sistemas están compuestos técnicamente por un motor eléctrico modificado para adaptarse a la rueda de morro y alimentado por la unidad de potencia auxiliar.

La herramienta, que permite una menor dependencia de los tractores de empuje convencionales, acelerará el reposicionamiento de las aeronaves en las bases, lo que permitirá una mejor previsibilidad de las operaciones en tierra, y facilitará la reanudación de las operaciones tras interrupciones causadas por factores externos como mal tiempo.

Beneficios del nuevo sistema

• Medio ambiente: reduce las emisiones de carbono durante el rodaje hasta en un 85%. La contaminación acústica también se reduce significativamente con los motores principales apagados.
• Económico: Con mucho menos combustible consumido, las aerolíneas pueden ahorrar mucho dinero en combustible, especialmente dado lo caro que es en este momento.
• Aumento de la vida útil de los frenos: Durante el rodaje, un avión aplica los frenos 15 veces en promedio. Este sistema reduce esto a cinco, lo que resulta en un desgaste de los frenos significativamente menor.
• Reducción del riesgo de daños: Tan pronto como se apagan los motores, hay muchas menos posibilidades de que ingieran desechos de objetos extraños. Además, mejora la seguridad de las personas que utilizan la rampa.

Fuente principal: NATIONAL GEOGRAPHIC