En el año más duro para el sector turístico, las agencias de viajes fueron las peores paradas. Desde el comienzo de la pandemia, la crisis ha tenido un efecto devastador.
Todo el que haya tenido que gestionar un viaje durante la pandemia se han dado cuenta de la importancia que tienen las agencias de viajes, cuando te encuentras perdido en otro país y tienes que volver a casa.
Necesitamos la combinación de tecnología y factor humano, porque solo las personas pueden resolver tus problemas.
A nadie se le ocurriría decir que Amazon o el intermediario van a desaparecer. En cambio, el agente de viajes tiene un tono casposo y la gente se atreve a decir que a lo mejor desaparecen, sin darle la importancia que realmente merecen.
La intermediación tiene mucho sentido. Habrá procesos en los que no lo tenga y cambios que tengan que acelerarse, pero la intermediación y el coste de la información que ofrecen es altísimo. Hacen la vida más fácil en muchos casos y, donde no la hacen, tendrá que desaparecer, lo que será bueno y natural, pero sin duda hay una oportunidad maravillosa.
Ahora mismo ha cambiado la manera de buscar de los usuarios, que apuestan por los viajes burbuja. Es decir, destinos donde se van a sentir seguros por las medidas sanitarias o porque haya un corredor turístico entre 2 países que facilite esa sensación.
El cliente pasa mucho tiempo haciendo esa búsqueda y anticipando esa información. Aquí el agente de viajes juega un papel muy importante, porque hay demasiados datos y la búsqueda se vuelve complicada.
La fuente: Business Insider