La pandemia ha supuesto muchos cambios, algunos como la digitalización, no parecen tener vuelta atrás. Sin embargo, hay algunas tendencias que quizá sean momentáneas.
Después de unos años apostando por la flexibilidad, ahora han vuelto las tarifas no reembolsables. No lo han hecho solas, ya que los viajeros también están volviendo a hacer reservas anticipadas.
Todo esto es un fuerte reflejo del deseo de viajar de los consumidores y su confianza en que pueden realizar un viaje. Los viajeros están ansiosos por ver que las tarifas no reembolsables regresan a los niveles anteriores al Covid.
Siempre ha habido una demanda por parte de los hoteleros para volver a las tarifas no reembolsables lo antes posible, pero desde el lado de la distribución B2B existe cierto nivel de resistencia a hacerlo.
Es decir, que los bancos de camas, los mayoristas, las plataformas de negocios a agentes, los revendedores, los administradores de canales y los proveedores de tecnología de conectividad se oponen.
¿Por qué? En primer lugar, muchos todavía tienen disputas sin resolver sobre quién pagará la factura de las tarifas no reembolsables de las presentaciones de 2020.
Hasta ahora, las OTA y los operadores turísticos alegan fuerza mayor. Por lo tanto, no quieren arriesgarse a volver a tener más disputas y responsabilidades potenciales. Asumir ese riesgo definitivamente no está en su modelo.
Ahora mismo nos situamos ante los niveles más bajos de cancelaciones desde que comenzó la pandemia.
La fuente: TecnoHotel