La asertividad es un comportamiento comunicacional en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos.
La comunicación asertiva está formada en gran parte por lo que no se dice, las posturas y los movimientos dicen mucho sobre la actitud. Es una comunicación honesta y respetuosa donde nadie gana ni pierde.
Como estrategia y como estilo de comunicación, la asertividad es quizás el estilo más saludable y recomendable a nivel personal y organizacional.
Una persona asertiva dice: “yo pensé que”, “yo creo que podemos”, “sugiero que”, “es importante que usted haga”. Estas frases incluyen al cliente siempre y lo hacen sentir importante a la hora de contar con su opinión.
Es importante no comunicarse si las condiciones no son las adecuadas, se debe esperar el momento exacto para hacerlo.
Estas personas tampoco pasan desapercibidas, porque simplemente le comunican al mundo sus deseos y se los comunican con claridad. Exigen lo que se debe exigir y respetan a los demás.
También, establecer límites claros permite una mejor comunicación con los demás pues es una manera que preservar nuestro espacio y defender nuestros derechos ante los demás.
Los límites son necesarios en todas nuestras relaciones y saber establecerlos es una muestra de asertividad y un avance monumental en aquellos que están trabajando su autoestima.
Aunque se requiere de compromiso y esfuerzo para usar consistentemente la comunicación asertiva, a medida que se usa en las interacciones diarias con clientes, la felicidad y el bienestar aumentan.
Fuente: Gestiopolis