Con la llegada del verano tocando a la puerta, es el mejor momento para empezar a pensar dónde hacer escapadas inolvidables cerca de casa. En este caso Cataluña, dónde según los gustos es posible tanto una escapada a la costa como a la montaña.
Cadaqués es conocido como la residencia de los intelectuales y artistas desde Dalí a Pau Riba; Acoge a urbanitas en busca de tranquilidad, lejos del turismo costero de masas. Se encuentra en medio de macizos rocosos que la dejaron, hasta finales del s. XIX, únicamente con el mar como salida.
Bagergue un pueblo lejos de los esquiadores y los hoteles que conserva el encanto montañoso de la Vall d’Aran. El frío en invierno y el rocío en primavera acompañan la Iglesia de Sant Feliu del siglo XIII y el santuario de Santa Margarita.
Peralada es un municipio claramente medieval y con una dilatada tradición vinícola, acoge las importantes bodegas Castell de Peralada, integradas dentro de la denominación de origen Empordà-Costa Brava. Dónde cada año se celebra el Festival Internacional de Peralada.
Tossa de Mar fue escenario en 1950 de la película ‘Pandora y el Holandés errante’ protagonizada por Ava Gardner y James Mason; Sus murallas y torres le dan un aspecto de pueblo de pescadores en invierno que contrasta con la masificación en verano.
Banyoles tiene el lago más grande de Cataluña, donde, según la leyenda, vive un dragón que ni Carlomagno pudo vencer. Sea o no verdad, visitar Banyoles debe ser parada obligatoria para los amantes del agua dulce.
Prades también conocida como la Villa Roja, ya que su piedra arenisca de color rojizo es la que se utilizó para construir los principales edificios, era un lugar típico de veraneo para muchas familias de Reus y alrededores. Cada año para Sant Jaume (tercer sábado de julio) se celebra la Fiesta del Cava dónde de la fuente sale cava y no agua.
Sitges es un núcleo cultural de reconocimiento internacional. Es la sede permanente del Festival Internacional de Cine de Cataluña, uno de los eventos cinematográficos más importantes de Europa. Sus calas secretas y playas al lado del paseo a un paso de los restaurantes típicos transmiten una agradable sensación de verano.
Fuente: TimeOut