Tenemos registradas 10.000 cuevas en nuestro país donde muchas de ellas son una experiencia increíble que vale la pena ver con nuestros propios ojos.
Aunque no lo parezca España es una superficie con mucha variedad geográfica y con ello una gran diversidad de ecosistemas. También muchas cuevas increíbles se encuentran bajo la capa superficial de la tierra. Como demostración tenemos los geoparques, la superficie que cuenta con una organización de lugares de importancia geológica así como con sitios de importancia etnográfica, ecológica, cultural o especial.
Desde Bujaldon os mostramos siete de las muchas hermosas cuevas que disponemos en España y seguramente las desconocíamos.
La Cueva «El Soplao» en Cantabria
Es una cueva única e irrepetible, una referencia para la espeleología mundial. Característico por la calidad y cantidad de formaciones geológicas con 20 kilómetros de longitud de los cuales 4 están abiertos al público. Descubierta por accidente durante trabajos mineros y la bautizaron como la «Capilla Sixtina» del submundo, por su gran belleza y grandiosidad. De todas las cuevas similares a ésta, sin duda alguna, ninguna la supera en abundancia y espectacularidad.
La Geoda de Pulpí en Almería
También llamada «Geoda de Pilar de Jaravía«. Es una cavidad rocosa (geoda) gigante situada en la ladera oriental de la Sierra del Aguilón, en Almería. Se descubrió en diciembre del 1999 por el Grupo Mineralogista de Madrid. Es la segunda geoda más grande del mundo y la más grande de Europa.
Los 8 metros de longitud por los 2 metros de altura recubierto de inmensos cristales de yeso la convierte en una joya de la naturaleza. La Geoda de Pulpí es la única cueva en el mundo que se puede visitar sin equipamiento especial. Por esto, actualmente, es la geoda visitable más grande del mundo.
Las Cuevas de las Maravillas en Huelva
Más comúnmente llamada la Gruta de las Maravillas. Situada en la localidad de Aracena en Huelva. Su entrada se encuentra ubicada en pleno casco urbano situada en la calle Pozo de la Nieve de la ciudad de Aracena.
Es un manantial en plena naturaleza. El insólito grupo de galerías, salones, lagos y cursos subterráneos han formado el Cerro del Castillo, una inigualable prueba de la vida pasada.
Los Jameos del Agua en Lanzarote
Una preciosa cueva volcánica en un espacio natural localizado en el municipio de Haría, en el norte de la isla de Lanzarote (Canarias). Lo inventó el artista y arquitecto César Manrique. Se ubica en el interior del túnel volcánico producido por la erupción del Volcán de la Corona.
En el interior de la cueva hay un lago natural, donde viven pequeños cangrejos (cangrejos ciegos) único en todo el mundo. En su interior también podemos encontrar un jardín con palmeras, un lago artificial y un museo dedicado a lo más característico de las islas canarias, los volcanes. Sin duda, es un paisaje extraordinario.
Las Cuevas de ojo Guareña en Burgos
La segunda cueva más grande de toda España y una de las diez más antiguos del mundo. Destaca la presencia en Ojo Guareña de más de 180 especies de invertebrados.
Se han encontrado santuarios prehistóricos y invertebrados cavernícolas. Para los más aventureros hay distintos miradores como el Mirador Alto Concha, el Mirador de Retuerta o el Mirador Pico del Cuerno (una ruta de senderismo). Si vas a visitarlo también podrás ver la cueva Ermita de San Bernabé.
Las cuevas del Drach en Mallorca
Las cuevas del Drach son cuatro grandes cuevas que se encuentran en la isla española de Mallorca. Las cuatro cuevas, denominadas Cueva Negra, Cueva Blanca, Cueva de Luis Salvador y Cueva de los franceses, se encuentran conectadas entre sí. Formadas por la acción del agua de lluvia.
Con un gran lago subterráneo, considerado como uno de los mayores lagos subterráneos del mundo. Diariamente se hacen conciertos de música clásica en directo en su interior.
Las cuevas de Altamira en Cantabria
Es una cavidad natural en la roca en la que se conserva uno de los ciclos más importantes de la prehistoria. Declarado Patrimonio Mundial por la Unesco considerada la «capilla sixtina del arte rupestre». Sus pinturas tienen una antigüedad de 14.000 años. Se descubrió en 1868 por un tejero asturiano llamado Modesto Cubillas cuando cazando con su perro, se le quedó atrapado entre las grietas de las rocas.
Cubillas se lo comunicó a Marcelino Sanz de Sautuola, rico propietario local, que no le dio mucha importancia. Tres años después fue con su hija María Sanz de Sautuola y Escalante de cinco años. Ella quiso excavar la entrada de la cueva donde encontró restos de huesos y sílex.
Realmente el descubrimiento lo realizó la niña cuando se adentró más en su interior y vió las pinturas en el techo. En 1917 se abrió la cueva al público en general. Pocos años después ante las muchas visitas que habían hicieron peligrar su microclima y la conservación de las pinturas. Finalmente se reabrieron en 1982 para permitir el acceso a un número restringido de visitantes por día.
La fuente: ElConfidencial