Una startup es una empresa basada en altos componentes tecnológicos e innovadores con una gran capacidad de crecimiento por su enfoque basado en el mercado global y que sobresale o despunta sobre las líneas generales de la empresa tradicional y que gracias al uso intensivo de la tecnología generan economías en escala que representan ingresos elevados.
Grandes startups reconocidas son Amazon, Google o Facebook, despertando el interés por este fenómeno y con cada vez más personal interesado en probar suerte con modelos de negocio innovadores.
En estos modelos de negocio es muy importante y representativo el tipo de financiación, dado que los costes iniciales en una empresa de este tipo son más bajos que los que representan a un negocio tradicional.
Pero, ¿Cuáles son los actores principales con los que cuentan este tipo de negocios para potenciar los proyectos?
La forma de financiación FFF, o lo que es lo mismo, «family, friends and fools», que representan a personas cercanas al entorno emprendedor cuya aportación se basa en un capital reducido, dado que la idea aún está por madurar y el capital a invertir no es muy arriesgado.
Por otra parte se encuentran los «business Angels», que son personas que apoyan el proyecto, se involucran y aportan dinero a modo de inversión, aportando además de términos económicos no muy representativos, experiencia, contactos o clientes potenciales.
El «seed capital» o capital semilla, cuyo sino no se basa en la rentabilidad que facilita la startup en el momento, si no en el potencial de la idea y del equipo que la proyecta.
Otro tipo de inversión para startup es conocido como «venture capital», que en nuestro país se define como capital riesgo. Este aparece cuando la startup está en una etapa avanzada, pero que aún tiene riesgos.
Como norma general el «venture capital» no procede de personas individuales, como el «business Angels», si no de fondos de inversión con cantidades mayores, dividido de tal manera que se garantiza que la empresa disponga de dinero en el futuro.
Por último, la forma de financiacion «private equity» se utiliza por empresas consolidadas que necesitan inversiones elevadas para poder expandir el negocio.
Estas empresas emergentes se encuentran sometidas a leyes de naturaleza mercantil o tributaria, sin tener en cuenta el modelo de negocio y en ocasiones con requisitos altamente tediosos, como la Ley 11/2013, de 26 de julio, de medidas de apoyo al emprendedor, Ley 14/2013, de 27 de septiembre de apoyo a la internacionalización, Ley 25/2015 de 28 de Juliol de mecanismo de segunda oportunidad, la ley 5/2015 de 27 de abril de fomento a la financiación empresarial. No obstante, han visto mejorada su actividad gracias a la Ley de Startups, gracias a la cual mejorarán gracias a rebajas fiscales, o regulación especial de los proyectos innovadores.
La Ley de startups, para alivio de este tipo de entes, fue aprobada en Consejo de Ministros tiene como objetivo frenar la ya más que notoria «fuga de cerebros» de manera que se estimula la inversión y la atracción del talento, además de conservar el que se forma en nuestro país.
Fuente: BBVA