Toda programación de un viaje independientemente del destino lleva implícito el riesgo de padecer algún tipo de percance.
Y que menos que ser previsor en este asunto, dado que estos hechos pueden llevar al traste el viaje. Y cierto resulta que la forma más eficiente para minimizar el impacto de sufrir un percance es contratando un seguro con garantías como son entre otras la asistencia sanitaria, la repatriación de enfermos o heridos, la cobertura de daños por robo o pérdida de equipaje o la responsabilidad civil.
De hecho, y según el estudio realizado recientemente por UNESPA ( Asociación Empresarial del Seguro) el coste medio estimado por viajero en percances de asistencia sanitaria oscila entre 717 € como valor medio y 69.654 € como valor extremo.
De igual manera en siniestros vinculados a rescates oscila entre 3.012 € como valor medio y 69.500 € en valor máximo observado en países como EEUU y Canadá.
Con esos datos en mano, resulta fácil llegar a la conclusión que es más que recomendable contratar un seguro de viaje, pero tampoco es necesario el realizar contrataciones de pólizas con coberturas millonarias básicamente porque el previsible escenario y sus consecuencias económicas según ese estudio no lo requieren.
De igual manera resulta esencial a la hora de contratar el seguro de viaje, el conocer las diferencias que pueden existir entre un país y otro en cuanto a infraestructuras medico-sanitarias, condiciones o medios de transporte existentes en el lugar de destino porque, siendo realistas, no es lo mismo tener un percance en Camerún-país que encabeza la lista con un riesgo medio más grave de percance– que en Estados Unidos-situado en la posición 29 de dicho ranking- .
Así de sencillo!