La mejor manera de acumular experiencias es viajando, y además, puede hacer que nuestra perspectiva sobre infinidad de cosas cambie.
Son numerosas las investigaciones que coinciden en enumerar ciertos efectos positivos de viajar, entre otras, estimula el cerebro gracias a la novedad y aventura que supone.
Viajar adquiere especial importancia en el caso de niños y adolescentes. Favorece su desarrollo como personas y la gestión de sus comportamientos sociales; fomenta la colaboración y el trabajo en equipo, el cuidado del entorno, y les proporciona madurez en sus capacidades resolutivas.
También les ayuda a experimentar una mayor independencia, a elevar sus niveles de autoestima y a desarrollar habilidades de destreza y agilidad mental.
Estos beneficios, junto a muchos otros, no son exclusivos de los viajes largos; una escapada corta también puede aportar experiencias muy positivas. Sólo se necesita estar motivado.
Las ventajas de viajar se extienden al campo de la salud. Psicólogos y terapeutas ponen de manifiesto los beneficios que producen el conocer otros lugares y otras personas.
Las vacaciones familiares, viajes de fin de curso, excursiones… pueden ser muy beneficiosos para la salud y hay que aprovechar al máximo esos efectos positivos, que vienen acompañados de muchas otras sensaciones enriquecedoras.
La fuente: Emozion Viajes