Es una fiesta popular propia de las comunidades de Catalunya, Valencia, Aragón y las Islas Baleares.
Se celebra la noche del 31 de octubre y el día 1 de noviembre, tiene lugar entre los dos días ya que se encuentra muy ligada al día previo de Todos los Santos.
El origen de la fiesta de la Castañada se remonta al siglo XVIII, como una derivación de las comidas funerarias.
En las que no se servían otros manjares que legumbres, frutos secos y panes votivos de la ofrenda a los difuntos en los funerales, conocidos, más popularmente, como, panecillos, panellets o panelones.
La comida tenía un sentido simbólico de comunión con las almas de los difuntos: tostando las castañas, se rezaban las tres partes del rosario por los difuntos de la familia.
El Moscatell también estaba muy presente probablemente como derivación del vino que se incluía en los cestos funerarios.
Actualmente, se celebra en familia o amigos, como una verbena desprovista de referencias rituales hacia los muertos.
Se comen castañas tostadas al fuego, boniatos cocidos al horno y panellets, unos dulces elaborados con una masa de azúcar, yema de huevo y almendra además de otros ingredientes variados.
La figura de la castañera es el elemento principal de la castañada, ya que es el personaje que simboliza esta tradición.
Se trata de una mujer mayor vestida con falda larga, ropa sencilla de abrigo y un pañuelo en la cabeza.
Fuente: La Razón