Los desiertos son zonas áridas que reciben poca lluvia y ofrecen duras condiciones de vida.
No acostumbra a ser el lugar de vacaciones soñado, pero su tranquilidad y naturaleza es el foco de muchos aventureros.
Empezando por la Antártida, que abarca más de 5,5 millones de kilómetros cuadrados. Es el mayor desierto de la Tierra así como el más frío, ventoso y seco.
Está rodeado de agua y de enormes icebergs del tamaño de pequeños rascacielos. En él habitan 8 especies diferentes de Pingüinos, 6 especies de focas y 15 de ballenas en sus aguas heladas.
En segundo lugar, el Ártico se extiende por 5,4 millones de millas cuadradas que abarcan partes de Rusia y Escandinavia, la mayor parte de Groenlandia y el norte de Alaska y Canadá.
La región es escarpada, remota y pasa de estar casi todo el día a oscuras en invierno a estar casi todo el día a la luz en verano.
El Círculo Polar Ártico es uno de los últimos lugares totalmente salvajes del planeta y también es hogar de más de 500.000 pueblos indígenas.
Con una superficie total de más de 3,5 millones de kilómetros cuadrados, el Sahara es el tercer desierto más grande del mundo y cubre aproximadamente el 31% del continente africano.
Abarca 12 países diferentes del norte de África, desde Mauritania y Marruecos en el oeste hasta Egipto y Sudán en el este.
Es el mayor desierto subtropical caliente del mundo, su situación de baja latitud lo hace extremadamente caluroso y seco, sin apenas precipitaciones.
Con una extensión de unos 900.000 kilómetros cuadrados, el desierto de Arabia es en realidad una prolongación del Sáhara. Aunque su clima es extremadamente caluroso y seco, algunas partes del desierto se congelan por la noche en las zonas más elevadas.
Fuente: Viajero Casual