La escucha activa consiste en una habilidad que puede adquirir o desarrollar a través de la práctica. Es reseñable a tal efecto que puede ser una habilidad difícil de dominar dado que hay que tener paciencia y tiempo para que se desarolle de manera adecuada.
En otras palabras, escuchar activamente y con conciencia plena, lo que no es sinónimo de oír a la otra persona, si no, estar concentrados en lo que la otra persona nos quiere transmitir.
Puede a priori parecer una tarea fácil, dado que este tipo de escucha supone un esfuerzo de nuestra habilidad cognitiva y también de empatía. El saber escuchar a las otras personas es muy importante dado que en ocasiones estamos más pendientes de nuestros pensamientos en lugar de escuchar con concentración a la otra persona.
La empatía, y ponerse en el lugar de la otra persona, es fundamental para nuestra validación emocional así como el retorno o feedback dado que ser capaz de escuchar sin juzgar a la otra persona, y comunicar que se le ha entendido a la perfección es reconfortante.
Hay dos elementos que facilitan la escucha activa:
-La disposición psicológica y la expresión.
En el primer caso, supone que la preparación interna es importante. Estar en el momento presente, y prestar atención constante observando a la otra persona, siendo capaz de identificar el contenido de lo que se dice, además de los objetivos y los sentimientos.
En el caso de la expresión, se conoce como la funcion fática del lenguaje y del lenguaje no verbal, haciendo referencia este último al contacto visual, el cuerpo, los gestos….
Qué es lo que no debemos hacer durante la escucha activa: distraerse durante la conversación, interrumpir al que habla, juzgarle o imponerse a sus ideas, ofrecer ayuda prematura y sin información desarrollada, rechazar o no validar lo que el otro esté sintiendo, descalificar al dar opinión, contar la historia propia en lugar de escuchar.
Para saber si estamos haciendo lo correcto durante la escucha activa, se dan bastantes señales como son:
-Señales no verbales: contacto visual, sonrisa ligera, postura corporal receptiva, mirroring, no distracción.
-Señales verbales: emitir palabras o cumplidos, parafrasear al hablante, resumir lo que le han comunicado, o hacer preguntas demostrando que se presta atención y se está atento.
Fuente: Psicología y mente