La Torre Eiffel, uno de los monumentos más icónicos del mundo, experimenta cambios de tamaño a lo largo del año debido a un fenómeno físico conocido como expansión térmica. Este fenómeno ocurre cuando los materiales, en este caso el hierro pudelado de la Torre Eiffel, se expanden con el calor y se contraen con el frío.
Expansión Térmica
Durante los meses de verano, las altas temperaturas hacen que la estructura metálica de la Torre Eiffel se expanda, lo que puede aumentar su altura en unos pocos milímetros. Este aumento es suficiente para que la Torre crezca aproximadamente 15 centímetros en total. Por el contrario, en invierno, las bajas temperaturas provocan que el metal se contraiga, reduciendo su tamaño en una cantidad similar.
Otros Factores
Además de la expansión térmica, la Torre Eiffel ha crecido a lo largo de los años debido a la adición de antenas de transmisión de radio y televisión. Desde su inauguración en 1889, la Torre ha pasado de medir 312 metros a 330 metros en la actualidad.
Impacto en la Estructura
Estos cambios de tamaño son naturales y no afectan la integridad estructural de la Torre. Los ingenieros que diseñaron la Torre tuvieron en cuenta estos factores, asegurando que la estructura pueda soportar las variaciones de temperatura y otros elementos climáticos como el viento y la lluvia.
Fuente principal: msn