Historia del Lago de Resia
El Lago de Resia, ubicado en la pintoresca región de Trentino-Alto Adige, alberga una historia fascinante y un enigma que desafía la lógica. Aquí está la increíble historia del campanil que sobrevivió al embalse.
En este lugar existieron originalmente tres lagos naturales: el lago de Curon y el de Resia, separados por una franja de tierra, y más al sur, el lago de San Valentino alla Muta. Dos pueblos, Curon y Resia, estaban ubicados en las orillas de los lagos con los mismos nombres. La construcción de estos pueblos y sus iglesias data del siglo XIV.
Construcción de la Presa
Aunque la amenaza de construir una presa en estos lagos existía desde los tiempos en que la Val Venosta, no fue hasta 1939 que la amenaza se convirtió en realidad. El Estado Italiano concedió a la empresa Montecatini la construcción de la presa que uniría los lagos de Curon y Resia, elevando el nivel del agua a 22 metros. Esto conllevaría a la destrucción y sumergimiento de ambos pueblos.
El proyecto fue abandonado durante la Segunda Guerra Mundial, en 1947, la empresa Montecatini anunció la continuidad de la construcción del lago artificial que anegaría a Curon y a Resia.
Misterio de las Campanas
Sin embargo, la historia no es el único misterio que rodea al lago de Resia. Durante el invierno, se pueden escuchar las campanas resonando, a pesar de que fueron retiradas del campanario en 1950, una semana antes de que la iglesia fuera demolida para dar paso al lago artificial. El campanario del siglo XIV aún se ve y, en invierno, cuando el lago se congela, la torre se puede alcanzar a pie. Una leyenda dice que durante el invierno, uno puede aún oír las campanas sonando.
Fuente principal: caminarelagua