Los hábitos de vida saludable pueden resumirse en tener una dieta equilibrada, tener una calidad de sueño óptimo y realizar actividad física.
Aunque no se de importancia hay que contemplarlo en el trabajo, ya que es dónde se transcurre la mayor parte del día.
Es muy aconsejable tener siempre una botella de mínimo 50cl reutilizable. En caso de que la empresa ponga agua a disposición del personal no hay que olvidar rellenarla, si es necesario con pequeños avisos cada dos horas en el móvil u ordenador.
Mirar cada 20 minutos a una distancia de 20 pies (6 metros) durante 20 segundos relaja la vista. Se denomina la regla 20/20/20.
Dedicar 5 minutos al día a respirar durante la jornada laboral. No es necesario ponerse en postura de meditación, sencillamente centrarnos en el momento presente durante unos minutos al día.
Realizar estiramientos sin tener que moverse del sitio de trabajo, como estirar los brazos, muñecas, cuello y espalda al menos una vez al día. Evita contracturas y libera la tensión muscular.
Levantarse siempre que sea posible, moverse e intentar no pasar demasiado tiempo en la misma postura es importante para la circulación del cuerpo.
Organizarse el día y preguntarse a uno mismo qué tal estas es crucial para afrontar el día a día. Antes de empezar la jornada debemos planificar las tareas más importantes, las más costosas y las más sencillas. Tachar tareas da una sensación de satisfacción con uno mismo.
Aprovechar cualquier actividad o beneficio de bienestar que ofrezcan en el lugar de trabajo. Cada vez son más las empresas que ofrecen talleres de nutrición, clases de yoga o pilates y sesiones de fisioterapia.
Fuente: FisioReact