Los clientes de las agencias evolucionan en sus comportamientos de hábitos de consumo tan rápido como los tiempos que corren.
Es por este motivo que las agencias de viajes deben adaptarse para personalizar las experiencias de unos viajeros cada vez menos fieles a las marcas, y que buscan un valor diferencial, indistintamente del precio que están dispuestos a pagar.
Según datos del Barómetro Turístico Brain Trust CS el perfil de buena parte de los viajeros que acuden a las agencias de viajes físicas no se corresponde con un viajero joven, que en definitiva serán los clientes fieles del día de mañana.
¿Cómo podemos atraer a ese perfil de cliente?
Si se sabe comprender las necesidades de un nuevo viajero la agencia será capaz de permanecer en el mercado. Y es ahí donde aparece la estrategia de apostar por la omnicanalidad y la profesionalización para atraer al cliente más joven.
Ahora, es el momento de abordar cómo explotar esta cuestión, y es que la onmicanalidad dadas las circunstancias, permitirá a las agencias mejorar la experiencia de sus clientes mediante diferentes canales de interacción físicos y digitales perfectamente conectados entre sí y a disposición del cliente.
En Bujaldon pensamos que la comunicación debe ser directa, continua y entendible ofreciendo productos y asesoramiento que logren colmar las expectativas haciendo que el cliente joven se convierta en viajero recurrente.