Viajar en los 80: “¡cómo hemos cambiado!

Viajar en los años 80 era una experiencia muy distinta a la actual, marcada por la falta de tecnología digital, un ritmo más pausado y una fuerte dosis de improvisación. Aquí te dejo un retrato de cómo solíamos viajar en esa década:

1. Fumar a bordo: una costumbre del pasado

Sí, en los 80 se podía fumar en los aviones. Bastaba con elegir un asiento en la zona de fumadores. Pero en un espacio cerrado, el humo no respetaba fronteras, y a finales de los 90 esta práctica empezó a desaparecer por razones de salud.

2. Viajar al extranjero era un lujo

Hoy soñamos con destinos exóticos, pero en los 80 salir de España era poco común. Un vuelo a Londres podía costar lo mismo que un sueldo mensual, así que muchos optaban por quedarse dentro del país.

3. Cada foto contaba

Con cámaras analógicas y carretes limitados, había que pensar bien antes de apretar el disparador. Nada de 100 fotos por minuto ni filtros: era capturar el momento… o perderlo para siempre

4. La postal: el WhatsApp vintage

Antes de los mensajes instantáneos, se enviaban postales para contar cómo iba el viaje. A veces se mandaban nada más llegar, para asegurarse de que llegaran antes de volver a casa.

5. El coche familiar, sin aire y con todos dentro

Modelos como el SEAT 127 o el 1430 eran los reyes de la carretera. En ellos cabía toda la familia, la mascota y hasta el amigo del vecino. ¿Comodidad? Lo justo. ¿Aire acondicionado? Un lujo impensable.

6. Maletas en la baca, no en cabina

Las maletas eran enormes, de piel o imitación, y se cargaban en la baca del coche. Hoy, las maletas de cabina con ruedas giratorias y diseño minimalista han tomado el relevo.

7. Casetes: la banda sonora del viaje

Nada de playlists personalizadas. Se escuchaba la misma cinta una y otra vez, ya fuera de música o chistes. Rebobinar con un boli era parte del ritual.

8. Vacaciones por concurso

Programas como 1, 2, 3 ofrecían premios soñados: un apartamento en la costa era el gran tesoro. Muchos soñaban con ganar sus vacaciones en la tele.

9. Reservar a ciegas

Las agencias de viajes y los anuncios en prensa eran la única fuente de información. No había reseñas ni comparadores de precios. Había que confiar… y cruzar los dedos.

10. Turismo rural versión original

Antes de que se pusiera de moda, el turismo rural ya existía: era ir a la casa del pueblo de los abuelos. Sin escapadas glamurosas ni casas rurales con jacuzzi.

11. La digestión, un ritual inquebrantable

Después de comer, había que esperar dos horas antes de bañarse. Era ley. Hoy sabemos que no hay base científica, pero en los 80 nadie se atrevía a desafiar esa norma.

12. Publicidad desde el cielo

En la playa, una avioneta podía lanzar camisetas o pelotas promocionales. Todos corrían al agua a por el premio. Divertido, sí, pero también algo peligroso. Hoy, esta práctica está desaparecida.

13. Buscar una cabina para llamar

Sin móviles, estar en contacto era todo un reto. Había que encontrar una cabina telefónica y tener monedas a mano. Las llamadas eran breves… y caras.

«Viajar era una aventura sin GPS, solo con mapas y ganas».

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